En la penitenciaría Tremembé (Brasil), Robinho no solo cumple condena: se pone el buzo de DT de fútbol carcelario. Allí, los equipos no se arman por color, sino por delitos. Sí: hay partidos de “asesinos contra violadores”.
📌 Qué pasó:
👨⚖️ De crack mundial… a entrenador interno: Robinho lidera un equipo de presos reos, entre ellos asesinos y violadores, en partidos internos en la cárcel.
⚽ Equipos temáticos: Los internos se separan según el delito cometido, y los choques entre equipos reflejan esas divisiones.
🏆 Liderazgo carcelario: Robinho pasó de ser un exjugador famoso a convertirse en referente deportivo dentro del penal.
📣 La polémica que dispara:
Hay quienes dicen que este tipo de dinámicas legitima una jerarquía oscura y que juega con la estigmatización de los delitos.
Otros ven que, pese a todo, la presencia de figuras deportivas en la cárcel puede tener impacto positivo en disciplina, identidad y rutina.
🧠 El dato:
Ese “futbolito a lo tremembé” elevó el impacto mediático de la prisión: más visitas, más curiosidad, incluso reclusos le piden autógrafos como si él no fuera preso y culpable… y eso, más que gloria, duele.